El superclásico argentino por la primera final de la Copa Libertadores tuvo un primer capítulo muy bueno en la Bombonera, pero todo se decidirá en el Monumental de Núñez.
Era la final del mundo, no de la Libertadores, y no estamos exagerando, porque lo mediático que resulta ver a Boca y River disputarse el título continental es algo único en la historia del fútbol.
Por la presión y tensión en ambos lados, se esperaba un partido cerrado y de pocos goles. Pero cuando Wanchope Ábila abrió el marcador, se abrió el juego y el espectáculo
Y rápidamente Lucas Pratto logró el empate, ante un Rossi que tuvo un gran partido. Y cuando River Plate parecía que lo daba vuelta, Benedetto con un certero cabezazo puso de nuevo en ventaja al xeneize.
River Plate hizo figura a Rossi, pero finalmente con un autogol logró el empate final. Aunque los millonarios dieron la sensación de estar más cerca de ganar, al final Benedetto tuvo una gran chance, pero respondió Armani.
Nada esta dicho, esto más que un partido, es un acontecimiento mundial que tendrá su desenlace en el Estadio Monumental. Gente de todo el mundo llegará para verlo en vivo y todo el planeta lo seguirá por televisión. Corran las apuestas, que lo que se viene es mucho más que un partido del fútbol, es el partido de la historia.
