Había dado pelea en su visita a Lanús en Argentina, llegando incluso a anotar dos goles de visita. Jugaba de local con la ilusión de anotar los dos goles para lograr su clasificación; su hinchada, que acudió a apoyarlo, también tenia esa esperanza.
El cuadro celeste, que venia demostrando un buen juego en el torneo peruano, salía con fe en si mismos. Con la seguridad de que ese buen juego que venían practicando les serviría para lograr el tan esquivo objetivo de los equipos peruanos en torneos internacionales: clasificar de etapa.
Sporting Cristal empezó el partido y desde el silbatazo inicial buscó imponer su estilo de juego sobre su rival. No era un rival menor, venia de disputar —sobre finales del año pasado— la final de la Copa Libertadores. Llegó el minuto 8 y con él un penal a favor de los del Rímac. Herrera, el goleador que llegó este año a tienda celeste, lo canjeó por gol. Se abría el marcador, 1-0 y 82 minutos por delante que, sumados al desarrollo del juego, hacían presagiar que esta vez si se podría conseguir el tan ansiado objetivo.
Corrieron los minutos y Sporting Cristal ya consolidaba más su juego sobre el partido. Así incluso lo sentía el hincha. Llegaba al área de Lanús y se sentía que podía llegar el segundo gol. Sin embargo, se acabaron los primeros 45 minutos y no se aumentaba el marcador.
Ya en el segundo tiempo, Lanús intentaba proponer algo más. Sumaba presión, luchaba más en el mediocampo. Sporting Cristal encontraba volumen ofensivo, pero no conseguía traducirlo en lo más importante, goles.
Los minutos pasaban y quedaba menos tiempo. Los dirigidos por Salas intentaban poner el 2-0, pero, cuando menos se lo esperaban, al minuto 86, llegó el empate de Lanús a través de García. Todo como al inicio. Sporting Cristal volvía a necesitar dos goles para clasificar y le quedaban menos de diez minutos.
Pese a ello, Sporting Cristal siguió firme con su identidad de juego y consiguió estar de nuevo arriba en el marcador a los pocos minutos. Fuerte remate de Calcaterra al minuto 93 y la hinchada se emocionaba. Soñaba con la ansiada clasificación. En este momento, Lanús hizo la táctica que requería para eliminar a Cristal, gastó el tiempo, luchó cada balón hasta el silbatazo final.
No se logró el objetivo, se volvió a quedar en sueños. Sporting Cristal mostró una idea de juego muy interesante, ganó de local, pero no consiguió lo más importante, clasificar. La desazón celeste es muy grande que, en lo que resta del año, solo les queda enfocarse en el torneo peruano.
